Rapsodia de un viejo blog desactualizado

Hace algunos días, casualmente navegando por la Internet, me topé con una triste noticia. El estudio Kyoto Animation había sufrido un trágico incendio el día 18 de julio, resultando en la muerte de aproximadamente 35 personas que se encontraban en el lugar, obviamente entre ellos muchos encargados de Haruhi.

Hablar de la terrible noticia, de la reacción de cast de la serie,  o del degenerado que provocó el incendio, creo que a estas alturas está demás. Supongo que se habrán enterado por otros medios.

Sin embargo, acompañado de la tristeza innata que provoca una noticia así, me vino una especie de melancolía recordar lo mucho que me solía gustar Haruhi y todas esas horas que dediqué a este Blog. Y no me malentiendan, aún me sigue gustando la serie (y sigue siendo mi animé favorito, pese a que no he visto mucho), sin embargo ahora este gusto por la serie lo veo mucho más reflejado en un sentimiento de nostalgia que algo a lo que le rinda culto como solía hacerlo... supongo que mi mundo ya no gira alrededor de Haruhi, como solía decir ella en la serie.

A pesar de que no recuerdo haber contado cosas muy personales en las entradas (también habían otros colaboradores, pero yo era el editor en jefe del 90% de las publicaciones), muchas cosas han cambiado en mi vida y supongo que si han sido lectores desde hace años, el mundo también ha cambiado para ustedes. El ajetreo de la vida más adulta es algo tan fuerte que ni siquiera te da tiempo para darte que ya nada es como solía ser. Sumado a eso, tus gustos van cambiando y tu tiempo libre lo dedicas a otras cosas.

Las plataformas también acaban, como pasó con la página de Facebook del blog e inclusive Google+, una de las redes sociales que utilizábamos (probablemente cerrada por que eramos los únicos usuarios) y de hecho no me sorprendería que en unos años más Blogger decidiera cerrar, eliminado así miles y miles de información que probablemente se perderían para siempre.

Sin embargo, es algo triste y decepcionante pensar que dentro de estos casi tres años desde mi última publicación, muy poco ha pasado respecto a Haruhi. Revisando algunos medios, fuera de la increíble habilidad matemática de un fanático de la serie, el término del manga de Haruhi-Chan y una nueva historia corta de Nagaru Tanigawa (probablemente para exprimir la última gota de popularidad de Haruhi en Japón) nada nuevo ha pasado. Seamos sinceros: existe practicamente nula probabilidad de alguna nueva novela y ni hablar de una tercera temporada.

Volver a este Blog ha sido un viaje al pasado. ¿Una suerte de catarsis? Con él vienen muchas memorias, los viernes en que llegaba a casa para ver el más reciente episodio de Yuki-Chan, la sección en que respondía sus preguntas, las curiosidades que me mataba buscando, las figuras en las que gastaba el poco dinero que me conseguía, las canciones de Aya Hirano que llenaban mi playlist, leer las novelas en mi pequeño celular antes de que las trajera IVREA e inclusive mejorar mi redacción para hacer mejores entradas... así como también la gente con la que solía hablar o los lugares que solía visitar y ahora ya no forman parte de mi vida. Todo eso son recuerdos muy preciados, pero son sólo eso, recuerdos.

Esto obviamente indica que no tengo intención alguna de volver al blog. Lo siento si es una entrada algo deprimente, entre lo de Kyoto Animation, el paso a la adultez y de remate una despedida, pero la veía necesaria, o quizás no, pero sentía hacerla. Haruhi (y todo lo que tiene que ver con ese periodo de mi vida) fue y será un recuerdo muy querido, pero es como una amiga que vuelves a ver después de mucho tiempo, la saludas, la abrazas, pero te despides al rato con un sentimiento agridulce al ver que ya no compartían nada en común. Supongo que así funciona la vida.

Al entrar al blog por primera vez desde hace años, me encontré con miles de comentarios que me alegraron el día, lo mismo que en el mail. Decidí hacer esta entrada, (que quizás quedó mucho más dramática de lo que necesitaba ser, pero ese mi mood de hoy) a modo de una suerte de cierre al blog, o al menos a todos estos años desde que comencé con la primera entrada (hace unos siete años, santo cielo!) ya que irme así como así como lo hice, me parece (en modo de retrospectiva) muy frío en ingrato a todos uds. mis lectores. A pesar de que no los conozco ni uds. a mi, les agradezco de corazón por haberme acompañado todos esos años!